El valor de organizar el tiempo: cómo hacer que el día te rinda más
- Asesorias Pérgamo
- hace 2 días
- 2 Min. de lectura

¿Te ha pasado que llega la noche y sientes que el día se fue volando, pero en realidad no alcanzaste a hacer casi nada? No eres el único. A todos nos pasa: dejamos tareas para después, nos entretenemos en algo, nos distraemos y cuando menos pensamos… ya se acabó el día.
Pero aquí va un secreto: el tiempo sí alcanza, solo que necesitamos aprender a usarlo mejor. Y eso no significa vivir con un reloj pegado, ni seguir un horario rígido como un robot. Es mucho más sencillo: se trata de organizar un poco lo que hacemos y cuándo lo hacemos, para que el día sea más ligero y productivo.
¿Qué es organizar el tiempo?
Mucha gente cree que organizar el tiempo es armar un horario gigante lleno de reglas. Pero no. Es algo mucho más simple: es decidir con calma qué cosas son importantes hoy y dejarles un espacio real en tu día.
Es como tener un mapa que te ayuda a no perderte entre tantas cosas.
Trata siempre de sacar de tu día las cosas que mas te incomodan primero, de ahí viene la frase: "Tragarse el sapo primero".
Ejemplos sencillos
Cuando estudias con descansos: en vez de matarte 2 horas seguidas, pruebas 25 minutos de estudio + 5 de pausa. Tu cerebro rinde más y no terminas agotado.
Cuando mezclas deberes con gustos: primero haces una parte de la tarea, luego te das un rato de juego o música, y después vuelves a concentrarte. Así no sientes que todo es pesado.
Cuando planeas lo mínimo: antes de dormir, piensas en 2 o 3 cosas que sí o sí quieres hacer mañana. No todo, solo lo esencial.
¿Qué ganas al hacerlo?
Te sientes más tranquilo porque no dejas todo para última hora.
Terminas tus pendientes sin tanto esfuerzo.
Te queda tiempo libre de verdad, sin sentir culpa por no haber hecho nada.
Y lo mejor: descubres que no necesitas más horas, solo aprender a usar las que ya tienes.
¿Cómo empezar sin complicarse?
Divide lo grande en chiquito. No pienses “tengo que estudiar todo el libro”, mejor “voy a leer 3 páginas”.
Pon recordatorios. Alarmas, notas o un papelito en tu mesa. Algo que te diga: “oye, es hora de esto”.
Haz rutinas flexibles. No pasa nada si no cumples todo al pie de la letra, lo importante es avanzar.
Cuida tus distracciones. A veces 10 minutos menos en redes sociales se convierten en 10 minutos más para ti.
Comentarios